viernes, febrero 16, 2007

Pronto acabará...

Un dulce calor renace en el pecho
un suave murmullo que crece cada momento
al fin late aquel que ya creía muerto.

No lo sentí por tanto tiempo,
que pensé que su labor habia olvidado,
me equivocaba solo se estaba recuperando.

No es aquel arrollador tren de antes,
su andar ahora es pausado, sin prisas,
no corre, suena más como una suave brisa.

Una que al fin produce de nuevo sonrisas,
pero aun esta presente el miedo,
no desea ser destrozado de nuevo.

Pero la esperanza cosechada con tiempo,
ha alejado un poco el temor y ha dado el valor,
para que el corazón hallé de nuevo el amor.