Fuerte no soy...

Reiteradamente he oído a diversas personas que dicen que "soy muy fuerte", pero la realidad es tan distinta... Luzco fuerte, porque quizás he tenido siempre en mente algunas ideas que mi padre me inculcó desde la infancia, él siempre decía: que el ser mujer era una desventaja, que debía ser independiente, que no llorará ante los demás, que no necesitará de los demás, y son buenos principios sobre todo para el área laboral.

Pero yo Maira, soy tan diferente, no soy nada fuerte al contrario; soy demasiado sensible, tal vez me pongo mi Armadura como la del Caballero de Fisher, pero la mía desgraciadamente (o tal vez gracias a Dios), aun no se oxida.

Estos días han estado tan difíciles, el trabajo horrible, pesadísimo, discusiones, un par de supuestos amigos que se han portado mal, y para completar la dicha líos con mi compañeras de casa, lo único que marcha bien es mi familia y algunos amigos, pero no son suficientes para sacarme de donde caí.

Ayer llegué a casa con ganas de llorar, con hambre, cansada, y entrando una nota me recordó que tenía que haber arreglado unos cables, entonces sencillamente no aguante y rompí a llorar.

Estaba sola, así que lo hice por mucho rato, hice algo de comer, y me acosté a dormir, me sentía tan triste (me siento), sin fuerzas para continuar, supongo que eso es normal para muchos, pero a veces me preguntó para que continuar, la misma rutina día con día... hoy necesito, no tengo nada para dar.

Quiero llegar a casa y tener alguien a quien decirle me siento mal, alguien que de verdad le importé si me parte un rayo en el camino o si me dieron una flor, todo ya es historia y aun no me acostumbro, es tan difícil la soledad. Y lo peor, es que me he acostumbrado tanto a ella que me es tan difícil librarme de su compañía, en el fondo se que son tantos mis miedos prefiero estar con ella... estoy tan cansada.