miércoles, enero 02, 2008

El amor en los tiempos del cólera

Recuerdo muy bien cuando leí este libro por primera vez en 1998, para ser sincera nunca me había gustado tanto Gabriel Garcia Marquéz, ni siquiera porque es colombiano, todo por que su muy aclamada novela Cien Años de Soledad me resulto completamente eterna, tanto que nunca la terminé y solo supe el final cuando hace muchos años en el Día Internacional del Idioma, una emisora universitaria se dedicó a leer el libro todo el día, y hasta entonces llegué al final.

Así que por esa novela dejé de lado sus libros. Un día en Popayán iba a comer una rebanada de cuadripizza (sí, una pizza cuadrada) pero antes de llegar ahí habia una librería chiquita y como viejita, entonces decidí entrar. Quería regalar un libro hace unos días a alguien que en su momento era especial, y se me ocurrió algo de Gabo, ví el libro El amor en los tiempos del cólera. El libro era de tapa dura con una cubierta amarilla con letras en tonos rojos y azules, muy atractivo visualmente, se veía algo abatido por el tiempo, y el librero me recomendo comprar la nueva edición que se encontraba con una mejor calidad de impresión, pero mire el libro de tapa dura y elegí la antigua.

Fuí a casa a envolverlo para regalo, pero se me ocurrió que antes de regalar algo debía conocerlo, así que empecé a leerlo. Me encanto, y no dormí esa noche hasta que lo terminé. Esa noche fue para mí mágica pues pude transportarme al lado de Fermina Daza y Florentino Ariza a ese mundo de ensueño, a ese amor que permanecia incolume a pesar del tiempo y de tantas vidas llevadas.

A esa persona que en 1998 fue especial le conté la forma en que adquirí el libro, pues no se lo iba a dar porque estaba usado, y saben, lo quiso más que nada, leyo él esa historia y desde ese momento todo aquello que escribia lo firmaba como Florentino Ariza, que triste fue que creyerá que era Ariza cuando en realidad era Urbino.

La noche en que leí el libro no pude dormir imaginando como sería ver a la persona que amas tan cerca y saber que nunca podrías tenerla, pero aun así no perder la esperanza en que algún día lo que debía de ser, sería. El tiempo puede castigarnos tan duramente cuando no se tiene el valor para afrontar cada cosa a su debido momento, todo en esta vida tiene una fecha de caducidad, hay un momento adecuado para cada cosa.

Cuantas veces se ha quedado en la punta de la lengua aquella palabra que de haberla dicho hubiese cambiado el rumbo de nuestra existencia, cuántas veces no hubieras pensado si tal vez le hubiera tan solo regalado una sonrisa, si tal vez hubiese podido decir lo que siento. Si tal vez dejaramos la comodidad y seguridad que nos brinda la soledad, y nos atreviesemos a desear desear un poco más. Tal vez, pero el tal vez no existe, ese se perdió como el tiempo que era presente ya paso.

Entonces descubrí algo, que yo era de aquellas personas que podía amar entre comillas, y seguir amando a alguien con quien nunca estaría, pues en ese tiempo esa persona que era especial, no era la que quería sencillamente estaba con ella por la comodidad, por saber que me convenía estar con él, más nunca sentiría por él una pasión que me permitiese recordar un solo minuto a su lado. Pues desde hacia algunos años alguien permanecía en mi mente y lo hizo hasta hace un par de años.

Una pregunta surgió: ¿Podría vivir como Fermina? casada con alguien que es bueno, más no es amado. Entonces pensé en la autopreservación, era imposible que me lastimará alguien a quien no amaba, de esa forma siempre estaría feliz, entre comillas nuevamente. Vivir una vida rodeada de la calma de un amor conveniente, sería posible? Saben lo intenté, y no pude, la cotidianidad mata y lo peor es que lo hace lentamente, así que deje esas ideas atrás.

Y pense como Borges en los instantes que son la verdad, me deje llevar y evitar guardarme cosas dentro, eso enferma. Alejarse de la soledad siempre es díficil porque siempre esta contigo, las personas vienen y van, pero al llegar a casa ella es siempre la que esta, cuando estas haciendo lo que debes hacer a tu lado no esta quien quieres, esta ella: la soledad y siempre estará. Decir lo que siento, hacer lo que quiero, querer sin temer fue un trabajo bastante tedioso pero que rindió frutos al final.

Estoy enamorada y las cosas sencillamente no se dan, distancia, problemas económicos, temores infundados, el miedo de empezar, formas de ser, bombas caen por doquier y apesar de esto aquí estoy feliz sin una razón. Queriendo que mañana sea un día mejor, ojalá ese mañana no este muy lejano y si lo es ojalá esta alegría sea suficiente para afrontar el porvenir.

Esto iba a ser una crónica del libro de Gabo y terminó siendo un púlpito de pensamientos, pero como no quiero dejar las cosas sin acabar. Vuelvo brevemente al comienzo y les digo que el libro sencillamente es fenomenal, si poseen una buena imaginación lo disfrutarán como yo, que después de ese reencuentro con Gabriel Garcia Márquez, le dí una oportunidad al resto de sus obras lo cual me dejo un buen sabor de boca.

Actualmente se encuentra en los cines la película basada en esta novela, pero saben si aceptan consejos lean el libro luego vean la película, hay diferencias abismales principalmente por el hilo narrativo que aporta Márquez a su obra y que no se ve claramente en la película. Para terminar les dejo la canción de Shakira sobre la obra Hay Amores.

Que tengan un lindo día y no olviden que hay que amar siempre con todas las fuerzas, porque el mañana sencillamente mañana ya no estará.

2 Comments:

Blogger Ernesto said...

Maravillosa descripcion de tus pensamientos, creo que muchas personas estamos en ese dilema, perdimos al amor de la vida y nos conformamos con lo que encontramos despues, nunca seremos realmente dichosos, sin embargo, como tu bien mencionas, entramos en la etapa del confort, y vivimos fingiendo el resto de nuestra vida, y al final, nos enfadamos con la vida y hacemos infelices a los que nos rodean.

Me encanta Gabriel Garcia Marquez, me encanto 100 años de soledad, es largo? no me di cuenta. Sera que me hundi en el libro? Voy a buscar el libro de
El Amor En Los Tiempos Del Colera, ya te platicare.

Que este año te sea fenomenal.

Ernesto

12:02 a. m.  
Blogger Maira said...

Sabes Ernesto tienes razón después de un gran amor, resulta muy difícil ser realmente feliz, principalmente porque aunque no lo querramos somos coleccionistas de recuerdos y resulta casi imposible dejarlos atrás. Pero sabes el tiempo y sobre todo el decidirse a dejar atrás, permite que volvamos a ser personas capaces de volverse a enamorar realmente. En mi caso fueron necesarios catorce años, aproximadamente, para volverme a enamorar y sabes se siente bien haberse liberado de aquel amor que no fue y al mismo tiempo temor de enamorarse como antes otra vez.

Te deseo lo mejor cuidate mucho,

Maira

8:27 a. m.  

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