lunes, mayo 07, 2007

En el bus...

El calor de la noche desgarra el alma,
dejando el cruel vació de una llamada,
solo el llanto rompe el silencio de la madrugada.

Los ojos guardan la luz que dejaste,
la boca es un cofre de besos que olvidaste,
las manos sin caricias no pueden levantarse.

El silencio y la soledad ahogan la pena,
de tan vacía que estoy, ella la llena,
arrepentimiento, desolación y tristeza.

Nada tiene ya una razón.
Lo único necesario eras tú, amor.
El deseo primero era tu calor.

Pero si no te tengo, para qué el corazón,
para que la vida, para que la muerte,
sin ti, no hay cura para el amor.

Sin ti, lo único que queda... es dolor.